jueves, 20 de agosto de 2009

Quiero...

Quiero… vaya palabra a pesar de ser sencilla, tan solo la pronunciamos cuando por un instante nos desprendemos de todos los escudos con los que cargamos en nuestros día a día, será frente a alguien de nuestra confianza, que sabrá entendernos, y comprendernos, cuando podremos expresar ese deseo y hacerlo público por un instante.

Pero acaso es tan difícil de comprendernos, tan complicados somos, Quiero… es simple, puedo querer algo material, o algo que no se compre con dinero, es lo que YO quiero, y no debería ser tan difícil de pronunciar, sin embargo, pocas veces nos atrevemos a decir esa palabra excepto en un entorno muy íntimo con nuestro mejor amigo, nuestra pareja…

Quiero… muchas cosas, tangibles o intangibles, Quiero… y debería ser fácil de entenderlo, de entendernos los unos a los otros, por el simple motivo que “todos” queremos algo, o a alguien que aun no está en nuestra vida.

En realidad, si miramos a nuestro alrededor, seguro que esa persona del fondo, quiere…, y el otro también, y aquel de más allá, en cada persona late un corazoncito con deseos e ilusiones.

En ocasiones cuando compartimos un rato con nuestros conocidos, confesamos querer algo, pero son cosas que realmente aun siendo importantes no son ese deseo íntimo, escondido, guardado en nuestro corazón, aislado del exterior, como si se tratase de una vitrina de cristal, la cual tememos que se rompa si la abrimos en lugar inadecuado, y por eso solo cuando estamos totalmente cómodos, seguros, nos atrevemos a desnudar nuestra realidad, sin caretas, sin protección alguna, ante alguien a quien de alguna forma profesamos afecto, alguien a quien queremos, es entonces cuando desde nuestro profundo interior sale aquello que realmente ocupa nuestro pensamiento en esos instantes que por pequeños no son menos importantes.

¿Que es lo que quieres?… piénsalo, hay algo en lo que piensas, al levantarte cada mañana, al asearte frente al espejo, cuando después de hacer todo lo necesario y habiendo descansado te paras, te quedas un momento en blanco… nuestra mente vuela, mejor dicho revolotea alrededor de ese pensamiento, de ese deseo guardado por nuestro silencio, escondido del mundo, haciéndolo más nuestro, privado, oculto

Quiero… es el secreto mejor guardado, aquello que solo una persona sabe, nosotros mismos… ¿O acaso no tienes algún deseo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario