Soñar
Parece muy sencillo puesto que lo hacemos a diario, es más, sería imposible vivir sin dormir, sin soñar, lo sabemos por la medicina, pero que pasaría si nunca hubiéramos dormido, si nunca nos hubiéramos sumido en ese trance de liberar la mente de todo pensamiento, dejar que los párpados caigan, y simplemente descansar, olvidando todo nuestro alrededor…
Sabemos dormir, o por lo menos intentarlo, capítulo aparte merecen aquellas personas que les cuesta, unas por que no pueden liberar su mente de preocupaciones, de pensamientos, y así ven pasar las horas del reloj, una tras otra. Aunque hoy no va de insomnio, sino de la capacidad humana de entablar ese trance, tan poco valorado, que nos hace levantarnos al cabo de unas horas descansados para el nuevo día.
El puro instinto o el simple cansancio, nos llevaría irremediablemente a los brazos de Morfeo, a recostarnos, a ponernos cómodos, e independientemente del ruido o luz externo, dormiríamos, con lo cual es algo que descubrimos ya de pequeños, y también de mayores, aprendemos a dormirnos, la verdad es que “es imposible estar sin dormir” pero si vamos más allá, analicémoslo como una función del cerebro, una función conocida, sabemos que existe y cuando lo necesitamos o tenemos ganas, ponemos en práctica un ritual que consiste en relajar el cuerpo, y no pensar en nada.
Es ahora mientras estoy recostado, pensando, cuando me viene a la cabeza una pregunta. Que pasaría si no supiéramos dormir? Y no lo necesitáramos por cansancio… quizá podríamos no conocer esa faceta para estar mejor física y psíquicamente al cabo de unas horas de descanso, y esta inocente pregunta conduce a otra. Cuantas funciones podría tener nuestro cerebro que desconocemos? Se dice que solo aprovechamos la décima parte del mismo.
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